GRANADA

Hola viajeros, ya se acerca el verano, por eso os daré una idea para ir a un lugar que parece el caribe, pero dentro de España que podemos disfrutar de la vista y también pasar el día en el agua desde los más peques hasta los más mayores. 

Y nos iremos hasta Granada.


El barranco de Río Verde forma parte del Parque Natural Sierra de Tejeda, Almijara y Alhama, cuyas cumbres hacen de frontera natural entre las provincias de Granada y Málaga. Llegar hasta él no es difícil, pero requiere atravesar una finca privada. De ahí que exista un control de acceso y que, actualmente, la Sociedad Cooperativa, Agrícola y Ganadera del Campo de Cazuelas cobre una entrada de cinco euros por persona y otros cinco por vehículo.


Desde la verja de entrada hasta el aparcamiento de la Junta de los Ríos existe un carril de tierra que se prolonga durante alrededor de ocho kilómetros con numerosísimas curvas. Es un paisaje declarado de Interés Cultural por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Poco después de atravesar un estrecho tramo, cruzar el puente sobre el río y llegar ya al parque natural de dominio público, se encuentra el aparcamiento. Unos metros más adelante aparece la primera poza, que sorprende por un intenso color esmeralda y la agradable temperatura de su agua, así como un salto para liberar adrenalina



Es el perfecto entrante para el menú que conlleva esta ruta por el barranco de Río Verde y que incluye el paso por dos puentes colgantes, varios miradores y la posibilidad de refrescarse en numerosas pozas. Una gran idea es realizar esta ruta combinando el senderismo con los chapuzones. Basta un calzado adecuado para caminar por tierra y que se pueda mojar para empezar. El recorrido se realiza a través de una pequeña senda se interna en el Parque Natural sin alejarse nunca del río, con cuyo cauce se cruza en diferentes ocasiones, perfectas para sumergirse en aguas cristalinas. Desde las laderas cercanas, otros barrancos como el del Lagarto, Mina Rica o La Topera alimentan periódicamente el caudal. Es precisamente la erosión por el constante paso del agua, durante miles de años, la que ha creado los saltos, cañones, cascadas y charcas de colores llamativos que hacen tan especial a este lugar.

Lo que más sorprenden son los saltos y cascadas que ofrece el río hasta llegar a una de las más espectaculares, llamada de la i griega, un salto que supera los diez metros de altura. La cascada del monstruo, la poza gélida o el salto del romero son algunos de los nombres con los que se conocen otros puntos de este sendero señalizado. En la parte más alta se ubica la cascada de los árboles petrificados, uno de los lugares más interesantes del recorrido.

Y mientras los senderistas ascienden el camino aguas arriba, son numerosas las personas que practican el barranquismo en sentido contrario. Existen hasta medio centenar de empresas que ofrecen esta práctica deportiva, que en este río encuentra condiciones perfectas para ello.

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